No sabía cuanto te había extrañado hasta que me abrazaste. Ese día, lloré un poco, perdón. Fui víctima de mi misma otra vez. Gracias, porque contigo me sentía tan a gusto, que no pensaba nada más que en disfrutar, y tú hacías parecer todo más fácil, más simple; contigo todo era más tranquilo.
miércoles, 17 de junio de 2020
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